No digo lo que callo

Las palabras que sobrevuelan
Aquellas que nadie dice
Que están en nuestras mentes
Pero nadie las predice,
He oído decir muchas verdades
Poca de ellas verdaderas
Siendo las palabras dolientes
Las más comunes entre ellas,
Son como linajes confundidos
Entre falsos apellidos
Son enigmas descifrados
Como inventos necesarios,
Esa gente le grita al silencio
Diciendo barbaridades
Sacuden sus cuellos
Para no oír sus profundidades,
Dicen lo que brotan bajo su idea
Y predican a los mil vientos
Sus condiciones de matrimonio
Pero a mí no me interesa
Saber lo que ellos dicen
Y qué les dicta el demonio,
Ser prudente al usar el altavoz
Medir las distancias
Saber controlar el instinto
Que predica nuestros defectos,
Dejen de maldecir
Sobre aquello que les es ajeno
Y no le den la palabra amor
A la peor de las intrigas.