Tarde de Sábado y llovía
Como todo el día
Tierra de Galicia
Donde ni una gota se desperdicia
Entre callejones oscuros
Y altos muros
Suelos de piedra
Y ramas de hiedra
Viandante solitario
En su paseo diario
Las manos frías en el bolsillo
Va dejando atrás, el humo del cigarrillo
Se cubre con una chaqueta
Que del agua le parapeta
Capucha en la cabeza
Y en su pensamiento la belleza
Se acerca a un bar
Pide algo para tomar,
Entra en calor
Y la calle vuelve a pisar
Camina tranquilo
Con paso decidido
Vuelve a casa convencido
De esa rima que le ha surgido.
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