¿Quién llamará a mi puerta
Cuando yo sea el cobrador?
¿Quién se dará la vuelta
Cuando llegue el dolor?
¿Dónde estabas tú
Cuando sonaba el teléfono
Y rechazabas cada recuerdo
De un pasado eterno?
No fuiste nadie
Maldita sombra de mis miedos
Olvidarme ya no tiene valor
Cuando matarme quisiste
En el pozo del dolor,
Ya no serás la última
Persuasiva ingratitud
Quererme fue tu arma
Para la sonrisa destronarla,
Hoy tienes un feudo, yo ya sé reinar
Hoy cultivo las rosas
Sobre las que tienes que caminar,
En tu mano sincera
Hoy no quiero tener propiedad
Lo único que me interesa
Ya no tiene lugar en esta realidad,
Traicionera tú
Cuando caminábamos juntos
Porque me enseñaste solo a soñar
Cuando me exigias veracidad
Y tus palabras me olvidaron
En estas poesías
Que traspasaron tu estancia,
Tu latido ¡que me olvide!
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