Ahora el sueño es infinito
Casi eterno diríais vosotros
Pero no duermo
Por ser nuestro el sueño,
Solo me queda ya cumplirlo
Bajarlo aquí al suelo
Y deciros cual profeta caído del cielo
Que seguir soñando
Es trabajo de necios,
Volved mejor al campo
A ver caer vuestro sudor
A trabajar vuestros frutos
Para un mundo mejor,
Olviden la religión
Y cualquier acto de fe
Tachen la salvación
Y confíen en sus armas;
No hay mejor sueño
Que el de cumplir los propios sueños
Ni dolor tan agudo
Como el verlos por los suelos,
Destrozados por tanto mirarlos
Árboles secos en verano
Y en invierno helados
Así es la suerte del destino.
Excelente poema. Me ha gustado bastante.
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