Quisiese ser el dueño de esa fortificación
Volver a habitar ese castillo
Y sentirme en mi propia habitación,
Recorrería cada pasillo
Bajando las escaleras hacia la biblioteca
Y allí contemplaría
Los versos más bonitos de este poeta,
Cuando el mediodía llegase
Abriría las puertas de la entrada
Y esperaría a ver en la explanada
A mi gran amigo de armadura plateada,
Preguntaría por ella
Y sin tener muy claro que decir
Que la enfermedad se la lleva,
Subiría dicho jinete
Conmigo al aposento
A ver a mi amada
Tumbada sin aliento,
Él me juró que volvería
Y empapado en llanto
Yo juré que esperaría,
Así que cada mañana
Yo entro en su habitación
Paso la mano por su pecho
Pero no encuentro el corazón,
Yo también quiero morir,
Destruido en mi castillo
Yo también me quiero ir.
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