domingo, 13 de julio de 2014

Un día en el puerto

Llegaba un barco aquel día
Yo era el único en la playa
Que estos versos escribía,
Vi cómo se acercaba poco a poco
Con una tranquilidad sorprendente
Propia del más alto estilo
Que era inconfundible en alguna gente,
Echó las amarras al llegar al viejo puerto
Conformado por un largo paseo
De tablas ya corruptas
Y pilares destrozados,
Entraba este temerosamente en el mar
Los muchos años de aquella edificación
Hacían pensar que en cualquier momento
Terminaría por desplomarse sin aliento,
Del barco bajó una dama
Y la dama portaba una llama
Esta llevaba la luz
Que hoy toda una historia reclama,
La dama llevaba traje de baño
Formado por flores y lunares
Por bonitos puntos de colores
Eran distintivos azules
En un mundo de negros pobres,
Yo me fijé en ella
Ella se fijó en mí
Yo en su silueta bella
Y ella en pasear hasta mí,
Se acercó con un paso muy decidido
Pero en ningún momento pareció
Que quisiese hablar conmigo,
Yo me quedé pensando
Si aquella chica tan bonita
Realmente la había visto
O si había sido fruto de  un mal sueño
Que nunca había vivido;
Quedé marcado para siempre
Por aquellos rasgos tan precisos
Y el resto de mi vida
La dediqué a buscarla,
Volví allí día tras día
Siempre a la misma hora
Por si ella volviese
No me fuese a confundir,
Pero tristemente nunca volvió
O nunca volví yo a verla
El caso es que la añoro
Y quisiese yo tenerla.

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