En un café-bar
Me encuentro con el bueno de Mozart
Y quedamos para cenar
Una obra que no se hace esperar
Saca el tema de su nueva sinfonía
Y el título murmura
Quiere juntar su armonía y mi literatura,
Acepto de buen grado
No hay problema, los buenos siempre estuvieron de mi lado
Contacto con Cervantes, ya que Machado
Tenía el día un poco ocupado
Desde un lugar de La Mancha responde a mi llamada
Placer en hondonada,
Me toca viajar para ver a este camarada
Nada pesa si es por ilusión,
El genio Miguel es manco
Pero con una sola mano
Escribe que me atraganto,
Así que distante me planto en Levante
Llegaré a su casa de cinco minutos en adelante,
Le sorprendo con un Soneto Heroico delante
Y apuntando una cita con el caballero andante
Tan mítico como Dante,
De segundos es cuestión y nos ponemos en construcción
Compartimos nuestros problemas y les buscamos solución
Los suyos son de rimas y los míos de estructura
Hablar con Saavedra es una buena ayuda
En poco tiempo tengo una maqueta para Mozart,
Soy exigente y el cielo quiero tocar,
¿Qué mejor que Galileo, para hablar del firmamento?
Un vuelo fugaz y en su casa me presento
Galilei tiene un gran talento
Solucionando mis dudas en tan sólo un momento,
De vuelta a mi casa
Alguien recorre la acera
¡Qué veo! Si es Quevedo quien pasa
Le ofrezco una tetera
Y él no rechaza,
Entra en mi aposento lento de narices
Va pensando en Góngora
¡Y yo que pensé que tenía varices!
Dejo a Francisco un poco de lado en sus prácticas
Me asombran sus sátiras,
Yo quiero ser como ellos
Escribiendo desde pequeños
La fama, es lo de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario