La manta por los hombros,
La mente llena de asombros,
De esperas entre escombros,
Pero la vida decide
Y no te gires
Porque no es ella quien te sigue,
El camino lo cierra tu sombra
Va por detrás pero te alumbra
Te deslumbra,
¿Preparado para otra tunda?
El dolor te acostumbra,
A ser fuerte e imaginarte en una tumba,
La muerte vive al acecho,
Camina derecho, evita el cohecho
Y cuando menos te lo esperes,
Ya es un hecho, estás desecho,
Muerto en tu lecho,
Hundido a la fuerza, como un helecho,
¿Sorprendido de lo mal que lo has hecho?
Pues sigue sentado criticándome,
Mejor ahorra saliva porque no vas a cambiarme,
Soy el tipo de persona
Con el que me gustaría encontrarme,
Estoy a cargo del zoo
Porque el único que piensa aquí soy yo,
Te preguntaría si estás otra vez sorprendido
No lo hago, por no verme repetitivo
Con estilo, te dejo quieto como un pistilo,
Cada palabra mía llenaría,
Un libro como la
Biblia o el Corán
Pero los tochos me sobran, no me van
Claro y conciso, así lo consigo
Y digo, que mañana vuelvo a quedarme contigo,
No soy un creído pero sé vivir,
Tengo los dedos más o menos como máquinas de escribir,
A cada paso intento huir,
Delincuente reincidente que sólo quiere seguir,
Tener hijos para verlos crecer
Y enseñarles, que en algo tienen que creer
Para seguir adelante, y no te adelanto
Porque quiero aprender
Y para saber, primero tienes que escuchar
Mirar, valorar para poder reafirmar
Que escribir, es una buena forma de escapar.
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