Luz divina de aquella esquina
Que me ha permitido vivir
La belleza de esta vida,
Allí nos conocimos
Y allí volvimos para encontrarnos
Sentimientos aptos para ser exactos,
¿Te sorprende vernos juntos?
¿Haber dejado de lado aquella chica muda?
Volví para entrar más dentro aún
Para sentir el cálido recuerdo
De aquel invierno de ensueño:
Se me helaban las orejas y los labios
Pero no había quejas, ni tampoco horarios,
Confiando en un Marzo entrante
La rabia y el miedo
Me empujaron para ir hacia delante,
Enamorado al amanecer,
Cada mañana quería su sonrisa
Para cada tarde escribirla sin prisa,
Quiero que sea para siempre
A pesar del resto de la gente
Porque solo en ti Confié
Un gran secreto que me inventé
El anonimato y sus comienzos
Largos trazos de una vid
Pintados sobre lienzos,
Sé de lo que hablo, sí, si tú lo sabes
¿Qué dará la otra chica a falta de amor?
Por eso nunca le dejé las llaves,
Arriesgué cuando la elección era fácil
Aún sí, nada entre nosotros quedó frágil,
Elegí el salto al precipicio
Inversor seguro de su beneficio
Nunca quise arriesgarme
Y por eso elegí quedarme.
A ti, fiel lectora de hoy,
Te debo las gracias sin más,
En cada paso que yo doy,
Tú siempre estás detrás.
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