lunes, 31 de diciembre de 2012

El Buen Poeta


En una convención de nobeles
Mentes brillantes
Cubiertas con laureles,
Todos impecables
Maravillosos trajes,
Zapatos inmejorables,
Me colé yo con mi chándal
Ropa ancha
Los cascos en el cuello
Y la habitación sobrevuelo,
La sala enmudeció súbitamente
el buen poetaMe miraron burlonamente
Y como a un pobre desgraciado
Me despreciaron,
Todos escritores de prosas
Fueron sacando sus mejores cosas
Yo sentado y riéndome
Educadamente esperé
Llego mi turno
Y ni siquiera mi mejor obra les mostré,
Reinaba el silencio del murmullo
Nadie quería aplaudir
Por si era mejor que lo suyo,
Enrollé el papel
Tal cual entré con él,
Y me marché levitando
Entre filas de butacas
A todos fui saludando,
Me apodaron el Buen Poeta
Demostrando una vez más
Que importa la cabeza
Y no tanto la belleza.

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